Trataba de
mantener la calma, pero la música hacia mover mis piernas bajo la mesa, con km
11, también llevaba el compás con mis manos golpeando la servilleta...
y me
encontré cantando fuera de tono en un guaraní que le daba risa al resto de mis
acompañantes...
En ese momento...me di cuenta, que había perdido la vergüenza....
Cabeza de Apio 13Sep16
No hay comentarios:
Publicar un comentario