domingo, 10 de febrero de 2019



Trataba de mantener la calma, pero la música hacia mover mis piernas bajo la mesa, con km 11, también llevaba el compás con mis manos golpeando la servilleta...
y me encontré cantando fuera de tono en un guaraní que le daba risa al resto de mis acompañantes...

En ese momento...me di cuenta, que había perdido la vergüenza....

Cabeza de Apio 13Sep16

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