jueves, 18 de diciembre de 2014

Señora del Mar

Señora del mar:


No se si podré despertar del ensueño tan simple de mirarla a los ojos, agujas de terciopelo me sujetan al recuerdo, que es lo único que calma mi ira.         

Cada mañana Usted, alimenta el desbordante deseo, de buscar la imagen,  su cuerpo tallado en la piedra, en mis paredes desnudas de presente.  

Ambiciono someter al tiempo, siendo injusto, compartiendo esta desgastada juventud llena de paciencia y atrevimiento, no para hallar solo memoria, sino una pulcra realidad de dos almas que sinceren su sentir.

Mi valentía se ahoga tratando de juntar estas palabras, esperando no comparta la tristeza, que castiga mis días con mucha crueldad, haciéndome pagar el paso de tantos años de esperanza. Usted  ha sido mi permanente pensar, no puedo ni quiero alejarla, aunque sea de esta forma, la más simple, la más bella.

Vulnerable mi amor, se encuentra a sus pies, cautivo. Buscaré el destello, lo imposible, aceptando el silencio soberano del decir.

Creo en el siglo del instante y la paz de la locura, seguiré encantado, suplicante, errante de alguna poesía sin final, conformado a mis sombras, cuando su resplandor aparezca detrás de la ventana, o no.

Sabe que desde siempre la espero, con sordos gritos de perdón o en una sigilosa bienvenida………

                      
2008, Noviembre