5 porotos eran suficientes para cubrir toda la pared del taller
del vecino, Don José...
El viejo todos los años de la cosecha anterior, guardaba algunos
porotos de unas chauchas llamadas japonesas...
Con mucho cuidado los plantaba, su mano para la tierra era
adjetivada por mi vieja, como única...
Y al final de los veranos,
chauchas...
Mi vecino de enfrente de pasillo,
ya dos veces me colmó de agradecimiento y grandes bolsas de recuerdos...
De chauchas japonesas....como las
del viejo....
Como las del
viejo....Gracias!!!!!
Cabeza de Apio 2017