martes, 12 de febrero de 2019




El que hablaba era un hombre mayor, su decir era lento pero contaba algo que llamo mi  máxima atención...
Sentado en la esquina de la sala, alimentado de leña la salamandra y un recuerdo...
Su relato era como propio, como si yo dijera a su oído ese cuento tan familiar, tan mío...
Dos lagrimas incontenibles cayeron, y ahí a lo lejos se escuchó a mis nietos muy muy bajito decir...el abuelo está llorando....

Cabeza de Apio. 28Jul.2016

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