En el único lugar de la casa donde no peleábamos con mi mamá, era la cocina solo observaba todos sus movimientos, en el mas profundo de los silencios.-
Crecí, me case, y comprendí de por que hay que saber cocinar, aplique lo aprendido, consulte, me informe, con la suegra, con alguna vecina, y como olvidar a mi gran tío Juan, un maestro.-
Pocas recetas escritas, mucha memoria, pero por sobre todo, creatividad, la cocina es creación pura, tan simple como componer una melodía, escribir novelas, o actuar para vivir.-
En la cocina no hay secretos, hay formas, gustos, combinaciones, sentido común, solo hay que sentirse un artista, en el arte culinario.-
Para cocinar, solo hay que querer, contar con fuego, un supermercado cerca y algún valiente comensal.-
Elegir 6 o 8 berenjenas medianas o chicas, el motivo de esto, es que las grandes al momento de envasar, se hacen trabajoso sacar del frasco o de servir.
Color, pueden ser negras, blancas o moteadas.
Lavar, secar y cortar según lo prefiera en fetas o lonjas de ½ cm. de espesor.
En una fuente profunda, colocar un piso de sal gruesa, sobre esta colocar una capa de las berenjenas cortadas, sin dejar espacios libres, rociar con abundante sal gruesa y colocar otra capa de berenjenas, rociar con sal y repetir hasta terminar.
Dejar toda la noche, cubriendo la fuente con un repasador.
Por la mañana se deben enjuagar, las berenjenas, para sacar, el jugo oscuro obtenido y eliminar el exceso de sodio.
En una olla colocar, un litro de agua y medio litro de vinagre de vino, para un kilo y medio de berenjenas,
Colocar al fuego hasta que comience a hervir, donde agregamos las berenjenas, las cuales deben sumergirse totalmente con ayuda de una cuchara de madera.
¿Cuándo hay que sacarlas? ¡Que no se pasen! en este punto hay que aplicar el tano interior, tienen que estar al dente, duritas, no más de ocho minutos.
Retirar en un colador para fideos, dejar enfriar y colocar en la heladera, hasta las 20 Hs.
Parte de la magia que tiene este arte, es el horario, que predispone a las personas a pasar buenos momentos, en la cocina, o antes, durante o después.-
Tomar un vaso o copa de vino tinto, para paladear un trago y comenzar la segunda parte de la preparación.-
Dicen que los amantes del vino serán condenados.
No hay verdades comprobadas, pero sí mentiras evidentes.
Si los amantes del vino y del amor van al infierno, cuan vacío debe estar el paraíso.-
Lavar bien los frascos a utilizar de boca ancha, secar y dejar abiertos, que su cierre sea hermético.-
Ocho dientes de ajo bien picados, con dos tallos de cebolla de verdeo, colocar en un bol con adobo para pizza, pimienta en grano, romero, salvia, nuez moscada, jengibre, ajedrea, orégano, tomillo, laurel, etc. etc. mezclar todo.-
No debe faltar el vino en la copa, se puede tener un asistente solo para eso o limpiar, nunca debe tocar, probar u opinar nada.
Y por que no un poco de música.
En uno de los frascos, colocar en su base un poco del preparado, acomodar de a uno los trozos, como un rompe cabezas, encastrando con mucha precisión, cuando se complete la fila, otra vez preparado y berenjenas, al llegar a la mitad no olvidar de colocar la hoja de laurel.
Dejar de la tapa medio centímetro libre, para colocar aceite de maíz, tapar y poner en la heladera boca abajo.
Y así llenar los otros frascos, sin olvidar la hoja de laurel, que es afrodisíaco.
Al día siguiente darlos vuelta, dejar reposar y verificar el nivel de aceite, seguramente deberá completar.
Este producto se come fresco, pero no antes de cinco días.
A los tres días, verificar el nivel de aceite, sin tentarse a probar, solo se permite oler e imaginar lo creado, pensando en el plato que acompañara esta obra maestra.-
La cocina es una de las mejores terapias alternativas, solo que a veces engorda a quien no sabe disfrutar de lo bueno.-
Disfrutad de esta receta atípica, fue escrita con mucho amor y buen humor.
2006
