miércoles, 28 de marzo de 2012

Unas Monedas....

Unas Monedas…

Unas monedas, sobre la cubierta del bombeador de agua, una golpeada cacerola de aluminio con tapa, marrón, hollinada  por el gas envasado, esperaban desde muy temprano la leche fresca.

La puerta de calle, solo se aseguraba por la noche con un pequeño candado, durante el resto del día, su sonido a falta de aceite era acompañado con el grito de quien ya estaba en el jardín, lechero, sodero, o buen día vecino, permiso……..

Una boina oscura, un carro muy prolijo lleno de tarros de leche, caballo percherón con cencerros dorados, acompañaban la magia de aquel tiempo.

Ese, que no dudó en pasar, que transformó la tierra en pavimento, las enormes canchas de bolitas en duras veredas y a las niñas en señoritas……

La más linda del barrio era la hija del lechero, la Miriam. Conciente de su belleza desplazaba sus encantos, como centro del universo, haciéndome tan desgraciado a cada paso, de ida o vuelta, en compañía de su inseparable mamá.

Con el comienzo de la secundaria, hubo que asistir a clases particulares de ingles, no para   rendir en la Cultural, solo de apoyo, para no llevarla de acompañante en mis vacaciones. Ese era el punto de encuentro donde mi corazón explotaba, compartíamos con la Miriam una mesa vieja de madera lustrosa de comedor y dos horas de vida por semana……

Costaba mucho lograr entender a Ángela la profesora, mis manos transpiraban a cada cruce de miradas, o con cada despedida…

La casa de Ángela, me obligaba a pasar por la puerta de la partera, donde había nacido, costo mucho entender mi nacimiento, mis compañeros del colegio, mis amigos lo habían hecho en hospitales o clínicas, yo en la casa de una partera, Doña Carmen, a solo tres cuadras de casa……
Odiaba hacer lo que se llamaban mandados, en la esquina de Acevedo, estaba el almacén y la carnicería de Norma y Don Lito, mi mamá olvidaba siempre algo, y yo sabía que se alinearían los planetas, para que la Miriam, me viera con la bolsa, dejando a descubierto toda mi vergüenza….

Los colegios no estaban muy lejos, pero un encuentro casual por la zona era casi imposible, a ella la transportaba el micro escolar, y a mí, el viejo.

El pensarla era cotidiano, como verla, en plena ebullición hormonal, y por todo lo demás…

Contadas veces cambiamos palabras, lo mió eran monólogos de absoluto silencio…ya que había una ausencia total de interés…

El tiempo había dejado, una gran y hermosa presencia.

No recuerdo hoy, como otra vecina, desvaneció mi sentir, con su simpatía y perseverancia.

Se terminó la secundaría, vino la colimba, después a trabajar, varios amores efímeros, el dejar el barrio, casamiento, nacimientos…

Un día, sábado a la mañana, después de tantos años, calculo mas de veinte, caminando con Pablo uno de mis hijos, por Parque Chacabuco, íbamos a la feria que había en Curapaligue, no hacia mucho que vivíamos en la zona, y ahí, una voz, que me despierta al pasado, Luis!!!!!

Era la Miriam…me quede mudo… está vez, por suerte…solo me salió algo de lo mas profundo, luego de tantos años de indiferencia sufridos, juro que no fue por venganza, mi  boca quiso hablar al presente, y no pudo, mordí mi lengua, para que no fluyera mi pensamiento… que gorda y fea que estás…

De verdad, no había perdido sus encantos, eran enormes…

Su cara regordeta y transpirada, intento un beso para la despedida, lo cual fue correspondido con mi mano derecha, y un nos vemos….Y nunca más la vi.

La vida te sorprende, te hace sufrir, y en otros momentos, te llena de aire los pulmones, de suspiros del pasado…

Hay sueños, que deben ser solo eso…

Gracias!…Pá!….Siempre recuerdo tus sabias palabras…      

 Cabeza de Apio….2012….