miércoles, 13 de octubre de 2010

Algo de morfi con historia....

“PESCADO DON MANOLO”

Como olvidar la Patagonia, que encanto, que paisajes, que paz, que distancia.
Recuerdo aquel día que, en un amanecer de invierno, un avión de Austral, hacia pista en Trelew, Provincia de Chubut, con 10 grados bajo cero, que desolación, cuantos grises diferentes, cuanta nada. Una camioneta vieja, me esperaba, para llevarme a Puerto Madryn, mi destino, también desconocido. Casi cien kilómetros separan el aeropuerto de Madryn, el paisaje seguía siendo el mismo, salvo alguna que otra oveja. Un cartel indicaba, que doblando a la derecha a nueve kilómetros se encontraba la ciudad. Faltando ocho sentí que mis ojos se llenaban de lágrimas, no podía entender, ni creer la hermosura de aquel lugar, del cual me enamore perdidamente.-


Para cuatro comensales:
Un kilogramo de filet de merluza, pejerrey, brótala, etc.
Dos cebollas grandes
Un ají morón verde o rojo
Doscientos gramos de queso rallado

Prender el horno.
Cortar la cebolla en rodajas finas, y en tiritas el ají, aceitar una asadera profunda  y colocar a modo de colchón, la cebolla y el ají, rociar con aceite y sal, llevar al horno hasta que la cebolla este dorada.
Acomodar en la asadera, sobre la cebolla y el ají, ya cosido, cada filet, sin dejar espacios entre sí, salar y rociar con el queso rallado, condimentar, con orégano, pimienta, adobo para pizza, estragón, etc. no olvidar el jengibre que es afrodisiaco.
Llevar nuevamente al horno, no muy fuerte durante quince minutos.
Se puede acompañar con puré de calabazas, o bien mixto, papas y calabazas, o si prefiere ensalada verde.-

La primera persona que conocí en la ciudad de Puerto Mardyn, fue Manolo, español, marino retirado, dueño de un hotel en construcción y una pizzeria, un ser de leyenda, me cautivaban sus cuentos, su sabiduría, su bondad, su locura, horas de escucharlo y disfrutarlo. Me hacia sentir uno mas de su familia, haciendo mas llevadero el extrañar.
Está simple y sencilla receta lleva su nombre en honor a un grande de verdad. Mi amigo Manolo.

Después de seis meses volví a Buenos Aires, pero por muy poco tiempo, ya que me radique en mi amada Puerto Madryn, durante seis años, unos de los más felices de mi vida.-      

Año, 2000

No hay comentarios:

Publicar un comentario