domingo, 12 de diciembre de 2010

Melina

             Aprieto estas letras, ahogando la vergüenza, de no saber la forma de ocultar las palabras, descargo la ansiedad, que me hace presa fácil de la oscura duda, tan frágil a la ilusión.

             No intento detener la calma, ni transgredir el tiempo, aunque crea en el siglo del instante y la paz de la locura.

             Vulnerable al encanto, espero lo fugaz, aceptando el  silencio, soberano del sentir.

            Conformaré a mi alma, inclinando el cielo con el mar, tan real, un solo esplendor, un solo mirar, ................el tuyo.


Sep.003

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