Aprieto estas letras, ahogando la vergüenza, de no saber la forma de ocultar las palabras, descargo la ansiedad, que me hace presa fácil de la oscura duda, tan frágil a la ilusión.
No intento detener la calma, ni transgredir el tiempo, aunque crea en el siglo del instante y la paz de la locura.
Vulnerable al encanto, espero lo fugaz, aceptando el silencio, soberano del sentir.
Conformaré a mi alma, inclinando el cielo con el mar, tan real, un solo esplendor, un solo mirar, ................el tuyo.
Sep.003
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