A mis queridos:
Bien saben, los que cuentan con mi querer, que los acompañará siempre, sin condiciones, en dialogo con nuestras memorias, o en profundos silencios.
Repleta mi alforja de las cosas mas preciadas, serán mi consulta, mi consuelo, cuando la melancolía golpee mi alma.
Caminamos distantes, de la mala disposición, por un mismo tiempo, donde la injusticia forjo el miedo, a una conducción incapaz, de creer sin ser, donde en vano se intenta dominar un sitial superior a la sabiduría, donde los pensamientos sinceros y simples, son capturados sin entender, confundiéndolos con hipocresía.
Seré excusa causal de grandes daños. Tranquila mi razón, gozará de la paz, de haber cumplido honradamente mi labor y mas ...
Les deseo que busquen la armonía y cordialidad, burlando al enemigo, ya que nunca entenderá, que estábamos de su lado. Los llevo, aliados como siempre...
Luis, Julio del 2004
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