miércoles, 29 de enero de 2020





Soñé que encontraba una guitarra muerta de pena,

me contó que era de un niño que la amaba,
que le sacaba notas tan afinadas y a tiempo
que disfrutaba de ser instrumento...

Que habían crecido juntos,
a los trece ya era profesor de teoría y solfeo...
a los catorce, no lo dejaron rendir examen para profe de guitarra,

debía tener dieciséis años...

y nunca más toco...nunca más.....

Lloramos juntos sin consuelo, treinta y cinco años después....

Cabeza de Apio 2015


No hay comentarios:

Publicar un comentario