Rompí en llanto inconsolable, no me acuerdo, no sé cómo me perdí, aunque esta esquina la conozco, mis manos mugrientas desparramaban como ungüento mis lágrimas…
El tufo a orina y transpiración me indicaba, que el abandono ya era crónico…
Cabezadeapio 2013
GENIAL
ResponderEliminar